
Con el tiempo el hombre ha comprendido que si bien los sismos no pueden ser previstos, si puede poner todo su empeño para mitigar los efectos que estos ocasionan en las construcciones civiles, evitando pérdidas de vidas humanas. José Martí dijo: “Prevenir es el arte de salvar”. En tal sentido se pueden prevenir y mitigar los efectos de un terremoto a través de la reducción de la vulnerabilidad y el riesgo sísmico de nuestras ciudades. El problema principal que enfrentan todos los interesados en ingeniería sísmica es el control del riesgo sísmico en nuestras áreas urbanas y rurales. La solución es regular la vulnerabilidad del ambiente construido a través de mejoramientos en el diseño y construcción sismorresistente de las obras nuevas y de mejoramiento de las estructuras existentes a través de la aplicación de una ingeniería sísmica adecuada.