Los terremotos han causado numerables pérdidas humanas y materiales a lo largo de la historia pero las ondas sísmicas que viajan por el interior de la tierra dejan una huella muy importante para el conocimiento de nuestro planeta. Cuando ocurre un terremoto, en dependencia de su magnitud, sus ondas se registran por un gran número de estaciones sismológicas. Por ejemplo, un terremoto de magnitud 7 se registra con gran claridad por todas las estaciones sismológicas de todo el mundo. En cada estación se puede determinar el tiempo de llegada de la onda sísmica y por consiguiente la duración del recorrido o tiempo de viaje entre el epicentro y la estación.