Terremoto del Estrecho de Messina, Italia. 28/12/1908.

Con el tiempo el hombre ha comprendido que si bien los sismos no pueden ser previstos, si puede poner todo su empeño para mitigar los efectos que estos ocasionan en las construcciones civiles, evitando pérdidas de vidas humanas. José Martí dijo: “Prevenir es el arte de salvar”. En tal sentido se pueden prevenir y mitigar los efectos de un terremoto a través de la reducción de la vulnerabilidad y el riesgo sísmico de nuestras ciudades. El problema principal que enfrentan todos los interesados en ingeniería sísmica es el control del riesgo sísmico en nuestras áreas urbanas y rurales. La solución es regular la vulnerabilidad del ambiente construido a través de mejoramientos en el diseño y construcción sismorresistente de las obras nuevas y de mejoramiento de las estructuras existentes a través de la aplicación de una ingeniería sísmica adecuada.

Las pérdidas económicas y el número de víctimas que se producen durante los terremotos dependen directamente del daño sufrido en las edificaciones, esto se debe fundamentalmente a la existencia de un gran  número de edificios vulnerables en zonas sísmicas. Se reconoce que dar total protección sísmica a todas las estructuras no es técnica, ni económicamente factible.

Como consecuencia se establecen los Principios para el Diseño Sismorresistente de estructuras:

  1. La estructura debe soportar sismos severos y no colapsar ni causar graves daños a personas durante los sismos.
  2. La estructura debe soportar sismos moderados, experimentando daños aceptables.

¿Que son los códigos sísmicos? Son un compendio de regulaciones de diseño, respaldados por autoridades reconocidas en cada país. Se desarrollan sobre la base de los avances del conocimiento en el área y se aprueban por distintas instancias académicas, profesionales y gubernamentales, con el fin de garantizar el diseño y construcción de edificaciones lo suficientemente seguras frente a terremotos.

Es una vía de plasmar los avances del conocimiento en temas relacionados con la amenaza sísmica, la respuesta y vulnerabilidad estructural, en una compilación de reglas, que puede ser utilizado en la práctica profesional, por ingenieros y calculistas, de manera simple y clara.

¿Cuáles son sus objetivos? El objetivo primordial es el de garantizar la seguridad de las edificaciones con el fin de salvaguardar vidas humanas.  Las normas deben expresar claramente los objetivos que se pretenden lograr con su aplicación, los cuales son:

  1. Evitar pérdidas de vidas humanas.
  2. Asegurar la continuidad de los servicios básicos.
  3. Minimizar los daños a la propiedad.

Contenido de un código sísmico. Buscan simplificar la tarea del ingeniero con recomendaciones para el análisis y diseño de estructuras, estableciendo requisitos mínimos para que las edificaciones resulten suficientemente seguras en caso de terremotos.

En los países con desarrollo en el campo de la Ingeniería Sísmica existen comités de normas que se encuentran trabajando de forma continua en la actualización de ellas, esto se debe a los nuevos conocimientos generados frecuentemente por los centros de investigaciones y universidades, es así como en estos países aparecen nuevos conocimientos cada cierto período de tiempo. De esta forma un reglamento sismorresistente tiene un número determinado de años y luego es obsoleto.

El proceso de evolución de las normas sísmicas sigue la historia de los terremotos destructores y son la oportunidad de avanzar en la comprensión del fenómeno sísmico y la respuesta de las edificaciones. Las primeras regulaciones importantes para construcciones sismorresistentes se desarrollaron en el siglo XX como sigue:

  1. Después terremoto de Messina-Reggio en 1908 una comisión italiana desarrolló uno de los primeros códigos conocidos.
  2. Después del terremoto de Kanto, en 1923, en Japón se adoptó un coeficiente sísmico y se establecieron límites de altura para las edificaciones.
  3. Los daños del sismo de Long Beach de 1933, fueron la base de la obligatoriedad del diseño sísmico en edificaciones públicas en California.
  4. En América Latina en los años 80 se contaba con normativas modernas de diseño sísmico, que han seguido un proceso de revisión y actualización, muchas veces producto de adaptaciones y modificaciones de las normas norteamericanas.
  5. Desde la década de los 90 se han instalado redes sismológicas que han permitido incorporar en las normas, mapas de amenaza sísmica más actualizados.

Norma sísmica en Cuba

La primera norma sismorresistente editada en Cuba fue la NC 53-114-1984 “Construcciones sismo-resistentes. Especificaciones de proyecto y métodos de cálculo”, la cual entra en vigencia el año 1985, antes de esta norma en Cuba se proyectaba con códigos extranjeros. En la década del 70 el Ministerio de la Construcción emite regulaciones técnicas para el cálculo de las acciones sísmicas. En el año 1999 se deroga la norma NC 53-114-1984, entrando en vigencia la NC 46:1999 “Construcciones sismo resistentes. Requisitos básicos para el diseño y construcción”

Los códigos de diseño deben ser actualizados periódicamente de acuerdo a las experiencias de sismos pasados, estudios experimentales y la experiencia profesional, es por esto que en el año 2017 entra en vigencia la NC 46:2017 “Construcciones sismo resistentes. Requisitos básicos para el diseño y construcción”

Un control de la edificación que favorezca la reducción de la vulnerabilidad, debe empezar con un código sismo resistente actualizado, adecuado a las necesidades de cada región. Resulta igualmente importante una eficaz verificación por parte de los organismos responsables del cumplimiento de esa normativa, así como el control de una correcta ejecución, que lleve a cabo lo indicado en el proyecto.

Países con códigos de diseño vs. Países sin código de diseño

Terremoto de Chile, 2010. Código sismorresistente NCh433.

M=8,8 (32 veces mayor que el sismo de Haití). Provocó tsunami. 525 muertos y 23 desaparecidos. 500 000 viviendas destruidas y 1 500 000 dañadas en alguna medida.

Terremoto de Haití, 2010. Sin código sismorresistente.

M=7,0. 200 000 muertos, 2​ 350 000 heridos y 1 500 000 damnificados. El 20% de las edificaciones colapsaron, más de 1,5 millones de personas sin hogar.